Existe una clara evidencia de disfunción inmune y comorbilidades inmunomediadas, como son las alergias y la disfunción gastrointestinal.

Varios estudios han encontrado:

  • elevaciones en las células inflamatorias y las citocinas, tanto periféricas como dentro del tejido cerebral post-mortem.
  • se han identificado una variedad de autoanticuerpos dirigidos a diversos tejidos y componentes celulares.
  • menor cantidad de células T reguladoras.