Antes de correr al logopeda, igual necesita un diagnóstico diferencial apropiado.

No es lo mismo dislalia, que dislexia, disartria, apraxia, disfemia o disfasia. Y si afinamos más existen subtipos.

De utilidad son los test como el registro fonológico inducido para niños de 3 a 7 años o el protocolo de evaluación de dislalias u otros.

El término dislalia significa “hablar con dificultad”.

  • Sigmatismo: problemas en la producción del fonema /s/.
  • Gamacismo: fonema /g/, /k/.
  • Lambdacismo: fonema /l/.
  • Rotacismo: fonema /r/.
  • Deltacismo: fonema /d/, /t/.
  • Betacismo:  fonema /p/.

Algunas dislalias pueden manifestarse con la omisión, substitución o adicción de letras en las palabras.

La dislalia puede ser evolutiva. El niño alcanza los 3 años y es incapaz de repetir lo que oye. Más habitual en niños. Esa inmadurez puede acompañarse de otros retrasos en la adquisición de habilidades cognitivas y/o motoras. En este caso es necesario ahondar en la exploración neurológica. En ocasiones es fruto de un trastorno del aprendizaje, o la primera pista de un déficit de atención o un trastorno de espectro autista con altas capacidades.

Existen dislalias audiógenas por dificultades en la audición o en la discriminación auditiva. O funcionales, por problemas anatómicos del órgano fonatorio.

La disglosia es parecida pero se considera una entidad distinta. El trastorno se encuentra en los órganos periféricos del habla. Pudiendo ser palatina, labial o mandibular. Por ejemplo labio leporino, fisuras labiales, frenillo, problemas dentales como la ortodoncia.

Otro cuadro que no debemos confundir es la disartria. La disartria la causa una lesión habitualmente del sistema nervioso central afectando el control muscular, tono y movimiento de los órganos fonotarios. Puede ser flácida, espástica, atáxica e hipocinética. La disartria puede acompañarse de dificultad para tragar.

Debe disferenciarse de la afasia, que es la dificultad para producir el lenguaje y no su pronunciación. Es muy común en personas mayores, la disfasia en la que no encuentran la palabra adecuada, incluso la han perdido de su vocabulario. En cambio en la afasia son incapaces de comunicarse con el lenguaje verbal, ni la escritura o la mímica. Siempre es debido a lesiones cerebrales, bien infartos vasculares o demencias u otros.

Por supuesto todo se puede subdividir más. Por ejemplo la disfasia puede ser expresiva o receptiva o mixta.

En este grupo de pacientes, aunque la rehabilitación fonatoria es básica, también debe de acompañarse del tratamiento del proceso central neurológico.

La disfemia o tartamudez, que ocurre habitualmente entre los dos y 4 años, impide la fluidez del habla, incluso en ocasiones provocando el mutismo. Es básico en su tratamiento los ejercicios fonoarticulares habituales junto con ejercicios respiratorios para acompasar el habla con la respiración.

Y entraríamos en el campo de la dislexia, que se considera un trastorno de aprendizaje, en el que no se identifica adecuadamente los sonidos del habla con las letras o palabras.

Se lee con dificultad, se pronuncia con dificultad, se tiene mala ortografía y se expresa inadecuadamente al escribir. Para complicarlo más el problema puede ser de conocimiento fonológico, de decodificación, de fluidez y comprensión lectora o de problemas en la automatización.

Espero haber sido algo de ayuda en este mundo del habla.