Uno de mis placeres secretos es seguir al Dr. Jack Kruse, neurocirujano norteamericano divulgador de biología cuántica. Por lo que os presento un actor indiscutible en sus charlas, la melanina.

De todos conocida por colorear nuestra piel, nuestro pelo o nuestros ojos, en realidad es mucho más que eso. Sin duda es uno de los mayores antioxidantes que disponemos y un gran detoxificador natural.

Pero la parte menos conocida es su efecto en el interior del cuerpo. En concreto en el cerebro. La neuromelanina es un neuroprotector y cuando se pierde aparecen enfermedades neurodegenerativas y envejecimiento cerebral.

Sin duda es nuestra pantalla solar, absorbiendo todas las ondas electromagnéticas, luz, wifi e incluso rayos x blandos. Pero también acumula electrones y actúa como un superconductor. Ayuda en el movimiento de electrones en nuestro cuerpo, vital para la vida.

Y lo mejor es que para formar melanina lo único es exponerse al sol y/o hacer termogénesis en agua fría.