El desorden más frecuente del confinamiento es el insomnio. Somos aproximadamente 3.000 millones de personas las que estamos bajo medidas de confinamiento en el mundo. La cuarentena, el aburrimiento, el aislamiento social, el miedo a la infección, la soledad, la pérdida de seres queridos o el exceso de información, nos hace más propensos a desarrollar estrés, ansiedad, mal humor y nerviosismo. Todo ello al final del día, desencadena el insomnio.

Qué podemos hacer para combatirlo:

  • Establezca un horario, incluso un ritual: vaya a la cama y despiértese a la misma hora todos los días.
  • Evite la sobreinformación televisiva. Tantas noticias y tan incertidumbre es difícil de digerir. Además es monotema.
  • Haga ejercicio durante 30 minutos al día, a ser posible no muy tarde.
  • Evite la cafeína y la nicotina al final del día. Evite las bebidas alcohólicas antes de acostarse.
  • Evite cenas pesadas o muy azucaradas o con mucho picante.
  • Relájese antes de acostarse: pruebe un baño tibio, leer u otra rutina relajante.
  • Evite las luces brillantes por la tarde; apague el WIFI; evite el ordenador o la televisión en la cama; ponga el móvil en modo avión e intente que la habitación esté suficientemente oscura.
  • No se acueste sin sueño. Si no puede dormir, haga otra cosa, como leer, escuchar música, técnicas de relajación, de respiración o propiamente yoga.

¿Qué puedo tomar?

Remedios naturales como valeriana, tila, melisa, pasiflora, camomila, lúpulo, amapola de california son recomendables. Otras opciones son el magnesio, aceite esencial de lavanda, melatonina, triptófano.

Benzodiacepinas: quazepam, triazolam, estazolam, temazepam, flurazepam, lorazepam; siempre bajo supervisión médica y sabiendo que pueden provocar dependencia.

Inductores del sueño como doxepina, eszopiclone, zolpidem, zaleplon, ramelteon; siempre bajo supervisión médica y sabiendo que pueden provocar dependencia.

Si el insomnio es crónico, vaya o no acompañado de ansiedad, le recomendaremos acudir a la clínica para su terapia de variabilidad cardiaca, neurofeedback y/o estimulación magnética.