Secuelas pulmonares
Una función pulmonar leve-moderadamente deteriorada es la complicación más frecuente. Pero las embolias pulmonares desencadenadas, tienen una carga adicional al compromiso respiratorio, provocando hasta un 52% de deterioro persistente en su capacidad de difusión pulmonar.
Un estudio retrospectivo de un solo centro de 143 pacientes en Italia encontró que el 87,4% de los pacientes continuaba teniendo al menos un síntoma, como disnea o fatiga, dos meses después de recuperarse de la infección aguda.
Secuelas cardiovasculares
Las complicaciones cardiovasculares agudas, como el síndrome coronario agudo, la miocarditis, las arritmias y la insuficiencia cardíaca, se han descrito ampliamente. En un metanálisis la prevalencia de lesión miocárdica fue del 5% al 38%. Sin embargo, en una cohorte observacional de 100 pacientes recuperados, el 78% tenía hallazgos anormales en la RM cardiovascular.
Los pacientes con disfunción ventricular, miocarditis o pericarditis pueden necesitar al menos 3-6 meses de abstención del ejercicio intenso.
Secuelas neuropsiquiátricas
El SARS se ha asociado con morbilidad neuropsiquiátrica a largo plazo. En un estudio de cohorte reciente al 33,5% de los pacientes se les diagnosticó un trastorno psiquiátrico 30 meses después de la infección.
En otra publicación del Lancet Psychiatry, 39% de los pacientes tenían trastorno de estrés postraumático, 30% ansiedad y 33% depresión. 19% de los pacientes tenían problemas de memoria. También se ha informado de manía y catatonia.