El uso a largo plazo de benzodiazepinas se ha relacionado con déficits cognitivos según investigadores de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich (publicado el 28 de febrero de 2022en Nature Neuroscience. DOI: 10.1038/s41593-022-01013-9)

Las benzodiazepinas se usan para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño. Si bien los tratamientos a corto plazo suelen ser seguros, el uso a largo plazo puede provocar dependencia física y problemas cognitivos.

Benzodiazepinas más comunes son: alprazolam; clonazepam; lorazepam; diazepam; clordiazepóxido; temazepam.

La microglía entre otras funciones, se encarga del mantenimiento de las sinapsis neuronales. Las benzodiazepinas se adhieren a una proteína en la superficie de los orgánulos de las células de la microglía llamada proteína translocadora. La microglía se activa como resultado de esta unión. Esto hace que el proceso de reciclaje de las sinapsis se entorpezca.

Una vez retirado el medicamento la función de limpieza de la microglía volvió a la normalidad en pocas semanas.