¿Qué tiene que ver la histamina con el COVID?

La histamina es una amina biogénica producida por el microbioma intestinal y también se encuentra en algunos alimentos. Se produce al convertir el aminoácido histidina en histamina a través de una reacción de descarboxilación. Otras aminas biogénicas incluyen tiramina, cadaverina y putrescina.

Se encuentran diferentes receptores de histamina en diferentes partes del cuerpo:

  • Receptores H1: estos receptores se encuentran en el músculo liso, las células endoteliales (que recubren los vasos sanguíneos), el sistema nervioso central, el músculo cardíaco y los mastocitos. La activación de los receptores H1 provoca síntomas de tipo alérgico como picor, hinchazón, vasodilatación, goteo nasal y reacciones en la piel.
  • Receptores H2: en el  estómago, activan la liberación de ácido. En el corazón, controlan el ritmo. Los receptores H2 también se encuentran en el tracto intestinal, los músculos cardíacos y las paredes de los vasos sanguíneos. Los mastocitos también tienen receptores H2 liberando histamina.
  • Receptores H3: en el sistema nervioso central y periférico, afectando la liberación de serotonina, norepinefrina y acetilcolina.
  • Receptores H4: en la médula ósea generando la respuesta inflamatoria, los basófilos (un tipo de glóbulo blanco), el timo, el intestino delgado, el bazo, el colon y los mastocitos.

Después de un ataque cardíaco, aumenta la muerte celular y la fibrosis si no hay suficiente histamina. Por lo tanto, la histamina juega un papel positivo en la remodelación de las células del músculo cardíaco después de un infarto de miocardio.

La histamina se descompone en los intestinos por una enzima llamada diamino oxidasa (DAO), también en los riñones y la placenta aunque en menor medida. En los tejidos de todo el cuerpo, la enzima histamina n-metiltransferasa (HNMT) también metaboliza la histamina al agregarle un grupo metilo.

Un estudio reciente mostró que la proteína espiga podría unirse a los mastocitos y provocar la degranulación. La proteína espiga es parte del virus SARS-CoV-2 y de las vacunas de ARNm. La histamina y los mastocitos podrían ser los causantes de las arritmias cardíacas, taquicardia, problemas de regulación de la presión arterial, mareos, fatiga, etc.

El receptor ACE2 se encuentra en la membrana celular de muchos tipos de células, incluidos los mastocitos. Por lo tanto, la proteína espiga del SARS-CoV-2 puede activar los mastocitos y desencadenar la degranulación. Esta liberación sucede durante la infección por Covid en los pulmones. Entra en un círculo donde la activación del mastocito libera histamina que a su vez activa nuevamente al mastocito.

Se ha encontrado la proteína espiga en los exosomas del plasma de pacientes con COVID-19, en células endoteliales, en monocitos (hasta 15 meses después de la infección) y tras la vacuna de ARNm, el cuerpo produce el antígeno de la proteína espiga 8 semanas tras la vacunación.

Sabemos que hasta 2/3 de los pacientes COVID, presentan con posterioridad disfunción autonómica (digestión, corazón, tensión arterial, respiración, micción…). Esta disautonomía puede ser debida a la activación de los mastocitos.

Un estudio en el Journal of the American Heart Association mostró que el 44 % de los pacientes con síndrome de hipotensión ortoestática, una forma de disautonomía, también cumplió con los criterios para el trastorno de activación de mastocitos.

Algunos pacientes se quejan de tinnitus y espasmos musculares.  Ambas activaciones nerviosas podrían ser debidas a la neuropatía de fibras pequeñas en personas con síndrome de activación de mastocitos.

Con todo esto parece razonable una dieta baja en histamina

  • alimentos fermentados y añejos (vino, queso añejo, salami, pepperoni, salchichas)
  • mariscos y pescados no frescos; carnes viejas
  • espinaca
  • chocolate
  • fresas
  • Tomates
  • aguacates
  • piña
  • nueces