El síndrome de enclaustramiento que provocan enfermedades de motoneurona como la ELA (esclerosis lateral amiotrófica) o atrofias musculares progresivas, o infartos cerebrales, lesiones traumáticas o cáncer, es devastadoramente cruel. 

Tu mente permanece despierta, pero estás completamente encerrado, sin ninguna forma de comunicarte con el mundo exterior. O al menos hasta ahora.

Eso es lo que experimentó un hombre de 37 años. Diagnosticado a los 30 años de ELA. En 4 meses perdió la capacidad de hablar y caminar. En dos años, ya no podía mover los ojos, su única forma de comunicarse con su esposa y su hijo. Respirando a través de un ventilador y completamente paralizado, estaba atrapado dentro de su mente.

Decidió probar algo experimental y se le implantaron quirúrgicamente dos conjuntos de microelectrodos en micromatrices en el cortex que controla el movimiento. Poco más de 100 días después de la cirugía, y después de un extenso entrenamiento de neurofeedback, el paciente pudo usar su mente para expresar sus pensamientos en oraciones completas.

Requirió 3 meses de entrenamiento con neurofeedback (método de autocontrol de funciones cerebrales), capaz de autocontrolar trastornos como la ansiedad, depresión, insomnio o adicción.

Vincular el cerebro a las computadoras con implantes biocompatibles y softwares potentes, cada vez es una realidad más vigente.