Los cuidados de la piel a veces no son tan saludables. Todo el esfuerzo de una dieta adecuada, vigilando el exceso de sol, hidratándose e hidratando la piel, geles de calidad, buenas horas de sueño, etc, se echa a perder cuando elegimos productos para la piel de mala calidad.

La lista es larga: hidratantes, cremas solares, productos de maquillaje y desmaquillaje, cosméticos, limpiadores…

Dentro de cada producto se esconden decenas de químicos tóxicos. Parabenos, ftalatos, colorantes, formaldehído, fragancias y propilenglicol, como los más frecuentes.

Además recuerden que pueden ser denominados orgánicos o naturales aquellos productos que contienen tan solo un 10% de sus componentes como orgánicos.

Términos como “hipoalergénico” o “probado por dermatólogos” a menudo son solo términos de marketing.