La creatina es uno de los potenciadores cognitivos más eficaces disponibles. Este aminoácido no esencial se sintetiza en el hígado, los riñones y el páncreas, y se usa en el cerebro para recargar el Adenosina Trifosfato (ATP) producido por las mitocondrias en las células cerebrales.

La creatina ayuda al cerebro de varias maneras clave:

  1. Mejora la energía cerebral: la creatina puede reducir la fatiga mental al recargar el ATP, que es el combustible de las células cerebrales.
  2. Mejora los neurotransmisores: la creatina interviene en la producción, el empaquetado y la secreción de neurotransmisores, lo que mejora la inteligencia, la memoria y el estado de ánimo.
  3. Tiene un efecto neuroprotector: la creatina protege a las neuronas del daño por toxinas y mejora la cognición.

Los estudios muestran que la suplementación con creatina mejora significativamente la memoria de trabajo, la inteligencia y la atención. También puede tener beneficios para enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.

Se recomienda una dosis de 5 gramos diarios de creatina monohidrato. Es el tipo más estudiado y eficaz, sin necesidad de pagar por formas más caras. Los efectos secundarios son leves, como molestias gastrointestinales o retención de agua.

Es bueno evitar sobrecarga de dosis y tener especial precaución con personas con problemas de hígado y riñones.