Según un estudio publicado en Nature Molecular Psychiatry recientemente, los investigadores demostraron que las dosis terapéuticas de ácido fólico pueden ayudar a mejorar el lenguaje y las habilidades de comunicación de los niños con trastorno del espectro autista.

Investigaciones anteriores han identificado un vínculo entre el autismo y las anormalidades en el metabolismo de folato, así como los genes implicados en el metabolismo de folato. Además, otros estudios han demostrado que los hijos de madres que tomaron suplementos de folato durante el embarazo tenían un menor riesgo de tener un niño con TEA. Los investigadores también han descrito la deficiencia de folato cerebral en el sistema nervioso central, y no en la sangre. Por otro lado se encontraron autoanticuerpos contra los receptores de folato.

Considero adecuado recordar que en enero 2017 se publicó un artículo sobre lo niveles de vitamina B12 en el cerebro, siendo significativamente más bajos en los niños con autismo. Estas diferencias no se observaron en los niveles séricos de B12. Los trastornos del espectro autista también están asociados con el estrés oxidativo, que puede desempeñar un papel subyacente en la disminución de los niveles de B12 cerebral observados en este estudio.

Estos resultados sugieren que puede haber una necesidad de ácido fólico, B12 y soporte antioxidante (n-acetilcisteína, glutatión y s-acetilglutation) para ayudar a prevenir o disminuir el estrés oxidativo.