En la primera fase de la desintoxicación hepática, las toxinas experimentan modificaciones químicas como la oxidación, la reducción o la hidrólisis y, por lo tanto, se vuelven aún más reactivas y perjudiciales. La segunda fase es esencial para hacer que los metabolitos de la fase I sean más hidrófilos o solubles en agua, para que puedan ser excretados. La sulfatación, la acetilación, la glucuronidación y la conjugación con glutatión son ejemplos de procesos de fase II.

Existen polimorfismos genéticos, que provocan una congestión hepática con sobrecarga de los sistemas de desintoxicación, creando un cuello de botella donde la fase I supera la fase II, con gran nivel de radicales libres. Los radicales libres activan la proteína quinasa activada por mitógenos y el factor nuclear kappa beta, lo que conduce a una cascada proinflamatoria.

La inducción de enzimas de desintoxicación de fase 2 (glutatión transferasas, epóxido hidrolasa, NADPH, quinona reductasa y glucuronosiltransferasas) es una estrategia para lograr protección contra carcinogénesis, mutagénesis y otras formas de toxicidad de electrófilos y formas reactivas de oxígeno.

Cómo inducir enzimas de fase II:

Verduras crucíferas

Algunas de las verduras crucíferas, rúcula, brócoli, coles de Bruselas, col roja o verde, col de Savoy, coliflor, acelga, berza, rábano, nabo, wasabi y berros.

El sulforafano es un compuesto de isotiocianato enriquecido en todos los vegetales crucíferos. Es el inductor más potente de las enzimas de fase II.

Canela

El cinamaldehído es un flavonoide que activa un factor de transcripción con gran respuesta antioxidante. Regula una gran batería de genes implicados en la defensa antioxidante, protección mitocondrial y antiinflamatoria celular.

Rooibos y Tés Honeybush

Aumentan la actividad de las enzimas de fase II, como la glutatión S-transferasa, así como el aumento de la proporción de glutatión reducido a oxidado, ambos importantes para limitar el daño causado por metales pesados.

Albahaca santa

Aumenta significativamente los niveles de glutatión y las enzimas antioxidantes glutatión transferasa, glutatión peroxidasa y glutatión reductasa. También la superóxido dismutasa, una enzima que neutraliza las especies reactivas de oxígeno.

Cúrcuma

Previene el agotamiento del glutatión, superóxido dismutasa y glutatión peroxidasa. Previene la disfunción mitocondrial y reduce la hepatoxicidad inducida por metales como el arsénico, el plomo, el mercurio, el cobre, el cromo y el cadmio.

Jengibre, Resveratrol, y Quercetina

Aumentan significativamente el glutatión y la superóxido dismutasa. El resveratrol de alimentos como uvas y arándanos, aumenta la expresión de las enzimas antioxidantes superóxido dismutasa y glutatión peroxidasa. La quercetina (un flavonoide que se encuentra en alimentos como las manzanas y las cebollas) aumentaron los niveles de glutatión, la superóxido dismutasa, la glutatión transferasa y la glutatión peroxidasa.

Las bayas tienen un alto potencial antioxidante debido a los componentes fitoquímicos activos que incluyen lignanos, ácidos fenólicos, estibenoides, taninos y flavonoides como las antocianidinas.

El contenido de antioxidantes en el café es atribuible a los compuestos aromáticos volátiles y heterocíclicos, la cafeína y los polifenoles, mientras que las catequinas monoméricas como el galato de epigalocatequina y la catequina polimerizada, como la teaflavina y el subárido, se encuentran en el té verde y el té negro, respectivamente.

El chocolate también es una fuente importante de antioxidantes, ya que el contenido de antioxidantes se relaciona directamente con el porcentaje de cacao.

Aceite de oliva

Aceite de pescado