Nuevos estudios han demostrado que la alteración de la Beta oxidación a nivel mitocondrial podría ser la causa.

La Beta oxidación es la encargada a nivel mitocondrial de gestionar los ácidos grasos, modificando la AcilCoA a Acilcarnitina. Este proceso favorece la producción de NADH (dinucleótido de nicotinamida y adenina) que en la cadena transportadora de electrones producirá ATP y ROS (reactive oxigen species). Digamos en la mitocondria utiliza la grasa para producir energía y en el proceso produce partículas prooxidantes.

En un estudio reciente https://www.mdpi.com/2218-1989/12/11/1026, se ha demostrado el aumento de ácidos grasos de cadena larga y media y la acetilcarnitina, en pacientes con COVID persistente. Lo que demuestra una alteración en la beta oxidación mitocondrial. Esta disfunción se traduce en aumento de ROS prooxidantes cerrando el círculo vicioso y provocando mayor disfunción mitocondrial y síntomas como fatiga, hipoxemia y coágulos sanguíneos.

Para la producción de antioxidantes como el glutatión y la angiotensina 1,7, que contrarrestarían la fatiga, el mayor aliado es la melatonina. Su producción se ve aumentada por la exposición al sol y su casi luz infrarroja (near IR light). En consecuencia podemos proclamar que la exposición al sol mejoraría exponencialmente este desarreglo.