En los últimos años el número de vacunas ha crecido exponencialmente y así la controversia.
En este estudio participaron 666 niños, de los cuales el 39 por ciento no estaban vacunados.
Se encontró que los niños vacunados tenían incidencias mucho más bajas de varicela y tos ferina. Pero no hubo diferencias significativas en las tasas de otras enfermedades, como la hepatitis A o B, fiebre alta con respecto al anterior período de 6 meses, el sarampión, las paperas, la meningitis (ya sea bacteriana o viral), la gripe o el rotavirus.
Estos datos no son muy reconfortantes, pero la peor parte se la llevaron los trastornos del neurodesarrollo. Los niños vacunados presentaron:
- Autismo: 4,2 veces mayor riesgo
- ADHD: También 4,2 veces mayor riesgo
- Los problemas de aprendizaje: 5,2 veces mayor riesgo
- Eczema: 2,9 veces mayor riesgo
- La rinitis alérgica: un masivo 30 veces mayor riesgo
En estos momentos ya existen países que castigan a los padres que deciden no vacunar a sus hijos, mientras que hay una tendencia en la sociedad a preguntarse si efectivamente, son saludables tantas vacunas a los niños. Lógicamente en estos estudios no se contemplan muchas otras variantes genéticas y ambientales. Y por otra parte el grupo poblacional del estudio es pequeño, por lo que debe seguir la investigación.