Según un estudio publicado en Enviromental International 2018, la fluoxetina favorece la rápida aparición de resistencias en la Escherichia coli. Y se encontró que las bacterias mutantes aisladas con una resistencia a uno de esos antibióticos muestran múltiples resistencias contra la fluoroquinolona, ​​el aminoglicósido, los lactámicos β, la tetraciclina y el cloranfenicol.

Hasta el 11 por ciento de la fluoxetina viaja a través del cuerpo sin cambios y entra al medio ambiente a través del sistema de alcantarillado después de que el paciente la orine. La fluoxetina es un fármaco muy persistente y bien documentado en el entorno ambiental.

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160412018304823?via%3Dihub