
Si tú o alguien de tu familia vive con asma, EPOC u otra afección respiratoria, es muy probable que el nebulizador sea una herramienta esencial en tu día a día. Estos dispositivos médicos son clave para administrar medicamentos directamente a los pulmones, convirtiendo el fármaco líquido en una fina niebla fácil de inhalar.
Sin embargo, el mercado ofrece tecnologías diferentes: compresor, ultrasónico, disónico y de malla.
Nebulizador de compresor (tipo jet)
Este es el tipo más tradicional y común, especialmente para uso doméstico. Su funcionamiento se basa en un motor o compresor que genera un chorro de aire a alta velocidad. Este aire pasa a través del medicamento líquido, rompiéndolo en partículas de aerosol que se inhalan a través de una mascarilla o boquilla.
Sus grandes ventajas son su compatibilidad total con prácticamente todos los medicamentos, ideal para un uso frecuente, eficacia comprobada y costo accesible. Sin embargo, tiene sus contras: es notablemente ruidoso debido al motor, suele ser grande y pesado, y los tratamientos pueden ser más lentos que con otras tecnologías.
El “motor” de estos nebulizadores es en realidad una bomba de aire, que puede ser de pistón o de diafragma. Los compresores de pistón son extremadamente duraderos y potentes, perfectos para uso intensivo como en hospitales. Los de diafragma son algo más ligeros y compactos, aunque su vida útil puede ser menor.
La magia ocurre gracias al efecto venturi. El aire a alta velocidad crea una baja presión que succiona el medicamento, fragmentándolo en millones de gotitas, pudiendo administrar desde broncodilatadores (salbutamol) y corticosteroides (budesonida) hasta antibióticos y mucolíticos.
La investigación futura se centra en hacerlos más “inteligentes”. Veremos nebulizadores de compresor con conectividad bluetooth para monitorizar la adherencia al tratamiento, diseños más silenciosos y compactos, y la tecnología más avanzada: la nebulización sincronizada con la respiración, que solo libera el aerosol al inhalar para maximizar la dosis que llega a los pulmones y reducir el desperdicio.
Nebulizador ultrasónico
Estos dispositivos utilizan vibraciones de alta frecuencia para crear la niebla. Un cristal piezoeléctrico vibra a una frecuencia ultrasónica, transmitiendo esas ondas al medicamento y convirtiéndolo en aerosol. Sus puntos fuertes son su funcionamiento muy silencioso, ideal para usar con niños dormidos, su rapidez en los tratamientos y su diseño compacto y portátil.
¡Cuidado con la compatibilidad!. Esta es su mayor y más peligrosa desventaja. El calor generado por las vibraciones puede alterar y degradar ciertos medicamentos, especialmente las suspensiones como la budesonida y algunos antibióticos, haciéndolos ineficaces.
Una mención especial merecen los nebulizadores disónicos, una evolución de la tecnología ultrasónica que minimiza la generación de calor. Aunque son más versátiles, la precaución sigue siendo clave, y para fármacos muy sensibles, otras tecnologías ofrecen mayores garantías.
Nebulizador de malla (mesh)
Representan lo mejor de ambos mundos: eficiencia, rapidez y portabilidad. Su mecanismo se basa en una membrana con miles de agujeros microscópicos que vibra, empujando el líquido a través de ellos y generando un aerosol extra fino sin generar calor.
Ofrece la máxima eficiencia con el mínimo desperdicio de fármaco, es extremadamente rápido y silencioso, y su diseño ultra portátil lo hace ideal para viajar. Además, su compatibilidad es universal, siendo seguro para todo tipo de medicamentos, y permite la nebulización incluso estando acostado, lo que es perfecto para bebés.
Sus únicos inconvenientes son su precio más elevado y la necesidad de una limpieza meticulosa para evitar la obstrucción de la delicada malla. Es ideal para quienes necesitan la máxima portabilidad, eficiencia y compatibilidad con cualquier medicamento, especialmente la budesonida.
| Característica | Compresor | Ultrasónico | Malla |
| Ruido | Ruidoso | Muy Silencioso | Muy Silencioso |
| Portabilidad | Baja | Media | Muy Alta |
| Rapidez | Lento | Rápido | Muy Rápido |
| Budesonida | ✅ Sí | ❌ No (Tradicional)* | ✅ Sí (Ideal) |
| Ventolin | ✅ Sí | ✅ Sí | ✅ Sí |
| Precio | € (Bajo) | €€ (Medio) | €€€ (Alto) |
| Tipo de Nebulizador | Flujo / Rapidez | Decibelios | Tamaño de Partícula (MMAD) |
| Compresor (Jet) | Bajo / Lento (10-20 min por dosis) | Alto (> 55 dB) – Similar a una conversación en voz alta. | Variable (2-5 µm) – Eficaz para llegar a las vías respiratorias bajas. |
| Ultrasónico (Tradicional) | Medio / Rápido (5-10 min por dosis) | Muy Bajo (< 40 dB) – Prácticamente silencioso. | Grande y menos uniforme (~5 µm o más) – Menos eficaz para las vías profundas. |
| Disónico (Ultrasónico Avanzado) | Rápido (5-10 min por dosis) | Muy Bajo (< 40 dB) – Prácticamente silencioso. | Más fino y controlado (1-5 µm) – Mejora la penetración pulmonar. |
| Malla (Mesh) | Muy Alto / Muy Rápido (< 5-7 min por dosis) | Extremadamente Bajo (< 30 dB) – Totalmente inaudible. | Óptimo y muy uniforme (1-5 µm) – Máxima eficiencia y deposición pulmonar. |
Para que el medicamento llegue a los bronquios y bronquiolos (vías respiratorias bajas), las partículas deben tener un tamaño inferior a 5 µm. Partículas más grandes se quedan en la boca y la garganta, sin producir efecto terapéutico en los pulmones.