Los Mecanismos de la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS): Evolución, Eficacia y Futuro

Históricamente, se creía que la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) operaba bajo un principio sencillo: la aplicación de baja frecuencia (1 Hz) generaba efectos inhibitorios, mientras que la alta frecuencia (10 Hz o más) inducía excitación cortical. Esta visión binaria simplificaba en exceso un proceso que hoy sabemos es mucho más complejo y dependiente de múltiples factores individuales.

Otro paradigma que ha evolucionado es la teoría de la asimetría prefrontal en la depresión, que postulaba una hipoactividad en el hemisferio izquierdo y una hiperactividad en el derecho. Aunque esta hipótesis fue influyente, se ha demostrado insuficiente para explicar la diversidad de respuestas observadas en los pacientes tratados con TMS.

¿Cuál es la eficacia Actual de la  Estimulación Magnética Transcraneal (TMS)?

A pesar de estas suposiciones iniciales simplificadas, la TMS ha mostrado resultados significativos en el tratamiento de la depresión resistente. Las tasas de respuesta y remisión oscilan alrededor de un 50%, una cifra alentadora para pacientes que no han encontrado alivio con otros tratamientos. Su eficacia ha sido reconocida a nivel internacional, obteniendo la aprobación de la FDA y la cobertura por parte de seguros de salud, lo que refleja su consolidación como una opción terapéutica válida.

El avance en la comprensión de la TMS ha llevado a enfoques más personalizados, centrados en tres ámbitos clave:

Localización Precisa

La utilización de la resonancia magnética funcional (fMRI) permite identificar el punto exacto del córtex prefrontal dorsolateral (DLPFC) que mantiene la mayor conexión con el córtex cingulado anterior subgenual, optimizando así la eficacia del tratamiento.

Estado Cerebral

La consideración del ritmo alfa individual del paciente se ha convertido en un factor relevante para determinar la frecuencia de estimulación más adecuada, adaptando el tratamiento a la dinámica neuronal específica de cada individuo.

Sincronización Dinámica

Se están desarrollando sistemas de circuito cerrado que sincronizan los pulsos de TMS con el estado oscilatorio cerebral en tiempo real, lo que podría mejorar significativamente la eficiencia del tratamiento.

Para maximizar los beneficios de la TMS, se sugieren algunas prácticas clínicas:

  • Mantener el Cerebro Activo: Es recomendable que el paciente esté en un estado de alerta durante la sesión, evitando la somnolencia, ya que esta puede reducir la propagación del efecto de la estimulación.
  • Combinación con Tareas Cognitivas: La integración de tareas cognitivas o el entrenamiento en regulación emocional durante la TMS podría potenciar sus efectos terapéuticos.

El campo de la TMS se dirige hacia la estimulación cerebral rítmica no invasiva, con un énfasis en el desarrollo de sistemas de circuito cerrado que combinen electroencefalograma (EEG) y TMS. El objetivo es encontrar un equilibrio entre la personalización detallada de los tratamientos y la accesibilidad práctica para los pacientes, asegurando que los avances tecnológicos se traduzcan en mejoras tangibles en la atención clínica.

En conclusión, la TMS ha evolucionado de una intervención basada en modelos simples a un enfoque sofisticado y personalizado, abriendo nuevas posibilidades para el tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos de manera más eficaz y adaptada a las necesidades individuales.