1. Recuperación activa

En lugar de solo meter información en tu cerebro (leer, ver videos), esta técnica se enfoca en sacar la información. Es como entrenar un músculo: cada vez que fuerzas a tu cerebro a recordar algo, esa conexión mental se vuelve más fuerte. El esfuerzo y la pequeña frustración que sientes al tratar de recordar no son un fallo, sino el proceso mismo de aprendizaje que crea memorias duraderas. La forma más simple de aplicarlo es: después de estudiar, cierra el libro, toma una hoja en blanco y escribe todo lo que recuerdes.

  1. Método Kumon

Este método consiste en dividir un tema grande y abrumador en partes muy pequeñas y manejables. En lugar de intentar aprender todo un capítulo de golpe, te enfocas en dominar un pequeño concepto cada día. Esto se basa en la idea de que una pequeña mejora del 1% cada día se acumula y genera un crecimiento enorme con el tiempo. Así, se evita el agotamiento y el estrés, creando un aprendizaje sólido y constante. La clave es la consistencia, no la intensidad.

  1. Repetición espaciada

Imagina tu memoria como una planta que necesita ser regada justo antes de secarse. Esta técnica combate directamente la “curva del olvido” al repasar la información en intervalos de tiempo cada vez más largos. Al revisar justo cuando estás a punto de olvidar, le dices a tu cerebro que esa información es importante y que no debe borrarla. Un ejemplo de secuencia sería repasar 24 horas después, luego a los 3 días, luego a la semana y después al mes. Cada repaso hace que el recuerdo sea más fuerte y duradero.

  1. Kaizen: mejora del 1% diario

Esta es la mentalidad de buscar una mejora continua a través de pequeños pasos constantes. Permite lograr un dominio estable sin estrés ni agotamiento. El video propone una rutina súper práctica de solo 6 minutos al día para aplicarlo:

  • 2 minutos de Recuperación Activa (intentar recordar).
  • 2 minutos de Repetición Espaciada (repasar algo de días anteriores).
  • 2 minutos de práctica enfocada (estudiar algo nuevo).

 

  1. Sue: ritual

Se trata de alcanzar un estado de concentración profunda en el que te fusionas con tu tarea. Esto se logra mediante rituales, que son acciones que le envían una señal a tu cerebro de que “es hora de aprender”. Estos rituales ayudan a tu mente a pasar al “modo estudio” de forma automática, etiquetando esos momentos como importantes y facilitando la retención. Puedes crear tu propio ritual al estudiar siempre en el mismo lugareliminar todas las distracciones o usar siempre el mismo bolígrafo antes de empezar.