
La atomoxetina representa una opción terapéutica de segunda línea en el manejo del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. A diferencia de los psicoestimulantes como el metilfenidato, su perfil farmacológico y su cronología de efectos exigen un entendimiento profundo por parte del clínico y una gestión adecuada de las expectativas del paciente y su familia.
Los medicamentos estimulantes tienen un efecto sobre la dopamina y la noradrenalina inmediato. En contraste, la atomoxetina requiere un periodo de latencia de 3-4 semanas.
Mecanismo de acción y farmacocinética
La atomoxetina no es un psicoestimulante. Su clasificación farmacológica es la de un inhibidor selectivo de la recaptación de noradrenalina (isrn). Su mecanismo de acción se basa en la inhibición potente y específica del transportador presináptico de noradrenalina. Esto resulta en un incremento de las concentraciones de noradrenalina y, secundariamente, de dopamina en regiones cerebrales clave como el córtex prefrontal.
Desde el punto de vista farmacocinético, la atomoxetina presenta gran variabilidad interindividual. Se metaboliza vía enzimática por el citocromo p450 2d6 (cyp2d6). Un metabolizador lento tarda 21 horas y uno rápido 5 horas. Convirtiendo las concentraciones en 10 veces superiores en ese 7% de la población metabolizadora lenta.
La principal causa de abandono del tratamiento es la aparición de efectos adversos antes que los beneficios terapéuticos. Durante las primeras semanas, es frecuente que los pacientes experimenten molestias gastrointestinales (dispepsia, náuseas), somnolencia o fatiga, mareos e irritabilidad emocional. Lo que obligará a bajar las dosis y a tomarlas con alimento.
Indicaciones
- TDAH con comorbilidad ansiosa: los estimulantes pueden exacerbar los síntomas de ansiedad. La atomoxetina, gracias a su acción noradrenérgica, ha demostrado una eficacia dual, tratando simultáneamente los síntomas nucleares del tdah y los trastornos de ansiedad comórbidos, funcionando como una valiosa monoterapia.
- Pacientes no respondedores o con intolerancia a estimulantes: aproximadamente un 20-30% de los pacientes no responden adecuadamente a los estimulantes o desarrollan efectos secundarios intolerables (tics, supresión severa del apetito). En esta población, la atomoxetina es la alternativa terapéutica de elección.
- Necesidad de cobertura continua (24 horas): su farmacocinética proporciona niveles plasmáticos estables, evitando los picos y valles de los estimulantes de liberación inmediata. Esto se traduce en una cobertura sintomática constante que beneficia no solo el rendimiento académico, sino también la regulación emocional y las interacciones sociales fuera del horario escolar, incluyendo fines de semana y periodos vacacionales.