Optometría comportamental
Existen ciertas condiciones visuales que no pueden ser corregidas con gafas, con lentillas o con parches, sino que la mejor opción es un programa de terapia o entrenamiento visual.
Dicho programa consiste en una serie de ejercicios individualizados que se trabajan en la consulta y se practican en casa. El objetivo final mejorar de las habilidades visuales y perceptuales del paciente para conseguir extraer la máxima información del entorno de una manera eficaz.

El entrenamiento o terapia visual no busca entrenar los músculos oculares, sino enseñar al cerebro a coordinarlos. En el programa se integran las habilidades visuales con los demás sentidos del ser humano y se trabaja siempre desde la conciencia, sabiendo porqué y para qué se hace cada ejercicio, adecuándolo a cada edad.
De esta manera, se refuerzan y crean vías neuronales que hacen posible la nueva forma de percibir el mundo; se enseña al cerebro a ver. Se ha demostrado que la terapia visual funciona a cualquier edad, debido a que la plasticidad cerebral se mantiene durante toda la vida.
La duración y el tipo de programa varía en función de cada paciente: de sus objetivos, sus condiciones visuales, su motivación, colaboración y edad. Cuando es necesario, se pueden combinar la terapia visual con un programa de integración de reflejos primitivos.
El mejor momento para realizar la terapia visual es cuando el paciente o los padres, en el caso de niños, entran a la consulta decididos a mejorar su visión.